Psicogénesis de los síntomas corporales

 


Un hecho apoyado en múltiples observaciones es que la mente influye en forma importante en el funcionamiento corporal, contribuyendo a generar disfunciones de los órganos y sistemas e influyendo en la iniciación y evolución de diversos procesos patológicos.

En ciertas circunstancias, un síntoma corporal puede ser expresión de un conflicto mental o bien la respuesta del organismo a estímulos emocionales persistentes o recurrentes. En ocasiones, el síntoma corporal, su presencia o su persistencia, llena la función de satisfacer necesidades de afecto, seguridad, atención o prestigio del sujeto que lo sufre.

Enfermedades biológicas y enfermedades biográficas

La enfermedad no es suficientemente comprensible como un evento aislado sino como algo que se encadena con el resto de la biografía personal. Cuando estamos enfermos, el padecimiento que nos agobia pudo no habernos ocurrido, de no ser porque en un momento de nuestra existen- cia factores físicos, químicos u orgánicos y/o acontecimientos persona- les dependientes de nuestra relación con otros individuos han coincidido en un organismo cuya dotación genética e historia personal determinan su vulnerabilidad.

La relación médico-enfermo como eje del trabajo del médico

Cada intervención médica se inicia con el interrogatorio, cuya finalidad es buscar información sobre los síntomas y las circunstancias de la iniciación y evolución del padecimiento por el cual se consulta al médico, y también sobre los antecedentes personales y familiares que pudieran ser relevantes. 

Después del interrogatorio viene la exploración. El desarrollo del acto médico continúa con el pronunciamiento por el médico de un juicio acerca del trastorno o enfermedad que sufre el paciente, es decir, el diagnóstico y su probable evolución o pronóstico. 

Tanto en esta primera fase del contacto con los enfermos, como en la que le sigue, que es el tratamiento, es necesario que el médico tenga advertencia clara no sólo de la enfermedad, cuyos síntomas y signos trata de identificar, sino del padecimiento, es decir, la fonna como el sujeto experimenta su enfermedad y el significado que le atribuye; su respuesta como persona. Del reconocimiento de esta dualidad depende en buena parte el éxito o el fracaso de su intervención.

Se espera que el médico maneje siempre la relación en beneficio de su paciente, lo cual implica que pueda establecer con él una comunicación interpersonal viva y significativa y mantener una relación que le permita asegurar su cooperación a lo largo del examen y su apego al tratamiento, ya sea breve o de larga duración.

El sustrato neural de los fenómenos mentales

A partir de la noción empírica de que el cerebro es el órgano de la mente, los neurobiólogos, los fisiólogos, los neuroquímicos y los genetistas han avanzado en el conocimiento de la estructura y las funciones específicas del encéfalo. Los primeros avances en el conocimiento de la relación del viejo cerebro olfatorio y del hipotálamo con la vida emocional y las reacciones viscerales, así como el conocimiento de las funciones de la sustancia reticular del mesencéfalo en procesos tales como la conciencia y la atención, fueron pasos iniciales en el conocimiento de las bases estructurales de la mente. 
El conocimiento íntimo de la sinapsis a nivel molecular y del papel de los neurotransmisores y de los receptores celulares ha abierto horizontes insospechados que, ligados a los progresos en el esclarecimiento de las bases genéticas de algunas enfermedades mentales, hacen de las neurociencias en su aplicación a la psicopatología un campo muy activo de la investigación biomédica en expansión. 

Concepto de estrés

El concepto de estrés tiene sus antecedentes en Claude Bernard, quien consideró a la enfermedad como el resultado de los intentos del organismo, aunque insuficientes, para restablecer un equilibrio mediante respuestas adaptativas a los agentes ofensores. Ya Bernard había hecho notar que en ocasiones la respuesta adaptativa puede ser más destructiva que el ataque original.

La enseñanza de la psicología médica en la clínica

Metodológicamente, la enseñanza de la psicología médica se basa principalmente en el material clínico que se recoge del estudio y tratamiento de casos concretos. Este material debe contener los datos de la participación de factores psicológicos y psicosociales: conflictos, pérdidas, frustraciones, etc., en la iniciación, curso y desenlace de los estados patológicos y de las vicisitudes de la relación del médico con el enfermo. 

Esto requiere que el médico esté realmente interesado en los problemas humanos y tenga la convicción de su importancia aun cuando no pueda medirlos satisfactoriamente. Precisamente algo que distingue al buen clínico es la capacidad de poder convertir los datos de la subjetividad de sus enfermos en juicios objetivos a través de la observación, la introspección, la reflexión y la inferencia lógica.







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