El crecimiento de la mente del niño según Jean Piaget
La mente del niño, dice Piaget,15 es aparentemente ilógica y carece de sentido, mas no es así. Este investigador ha demostrado mediante experimentos muy sencillos que el pensamiento de los niños es sorprendentemente complicado. En tanto que Freud se ocupó de los instintos, Piaget se ocupó de los pensamientos. Abordó al niño desde el punto de vista de que es "un pensador en desarrollo".
En los errores de los niños, Piaget encuentra indicios para comprender mejor procesos intelectuales que son precursores del pensamiento de los adultos. Durante la segunda fase, que ocurre entre los 2 y los 7 años, el niño es egocéntrico por su inmadurez intelectual, piensa siempre en función de sus propias actividades.
En una tercera etapa, usualmente de los 7 a los 11 años, el niño alcanza el umbral de la lógica. En un cuarto estadio, que va de los 11 a los 15 años, el niño comienza a hacer abstracciones y en una forma metódica, aunque primitiva, establece hipótesis y las pone a prueba como un científico.
El aprendizaje del niño
El proceso del desarrollo del niño y algunas de sus perturbaciones son más comprensibles a la luz de los "periodos críticos de sensibilidad para el aprendizaje". El desarrollo de ciertas habilidades en los niños sigue una secuencia y ocurre en ciertos periodos durante los cuales el aprendizaje procede rápidamente. Fuera de estos períodos críticos, las habilidades se adquieren más lentamente o no se adquieren. Lo importante es que pasado el periodo óptimo la capacidad de adquirirlas disminuye.
Efectos de la desnutrición
En la primera etapa de la vida, la desnutrición produce un retraso grave en el desarrollo del cerebro que coincide con una reducción de la capacidad del cráneo.
Normalmente hacia los 18 meses de edad el número de células cerebrales alcanza su límite máximo. Desde entonces hasta los 3 años, únicamente aumenta el tamaño de las neuronas. En un primer estadio las neuronas se dividen rápidamente y aumentan en número. Después, las células de la glia llegan a su tasa máxima de división y, finalmente, empiezan a aumentar de tamaño. A medida que la mielina se deposita en las terminaciones, éstas se ramifican y desarrollan formando la red de conexiones que caracteriza al cerebro maduro.
Hay diferencias significativas en el comportamiento de los niños desnutridos que viven en ambientes ricos en estímulos intelectuales y afectivos y el de niños desnutridos que crecen en un ambiente donde experimentan privaciones de todo tipo.
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